sábado, 14 de febrero de 2009

LA CONSULTORIA EN LA LIBERTAD Y VOLUNTAD DE LA PERSONA

Por: Adriana Gálvez

Consultora en Desarrollo Humano

En todas las épocas civilizadas de la humanidad se ha hablado y escrito mucho sobre la libertad y la voluntad de las personas, que tienen mucha relación con la inteligencia. Por ejemplo, para Sócrates, la persona solamente requiere de su inteligencia para conocer lo bueno y actuar bien. Después, Aristóteles, complementa las ideas anteriores y reconoce que el hombre tiene inteligencia, pero, también voluntad; por tanto, es libre de accionar, de tomar decisiones por sí mismo. Más tarde, Santo Tomás mejoró la filosofía del Estagirita; después, en el siglo XVII, Descartes nos enseña que el hombre sí tiene poder de decisión, pero, su filosofía, tan interesante y centrada en su duda metódica y su frase célebre “Pienso luego existo”, abrió las puertas, para que filósofos posteriores, olvidaran la filosofía realista. Inclusive, filósofos como Spinoza y Leibnitz negaron la libertad y quitaron responsabilidad al hombre, y se atrevieron a decir que la libertad es mera ilusión. Otros como Sartre, exageraron la libertad para asegurar que ésta, es la esencia de uno mismo, para hacer lo que queramos, sin límites de ningún tipo.

En pleno siglo XX, Nietzche llega también al extremo de sostener que el hombre no tiene por qué arrepentirse ni de lo bueno ni de lo malo, que puede hacer lo que quiera sin limitación, ya que es un ser superior. De la misma manera podemos hablar de los fatalistas que enseñan que nada de lo que hacemos depende de nosotros, porque todo está predestinado, otros, como Ortega y Gasset culpan a las circunstancias en la formación de la persona, no tanto a la libertad o a las decisiones que se tomen.

En realidad lo que sí podemos afirmar es que el hombre tiene libertad, desde el momento que puede opcionar y tomar decisiones diariamente y es capaz de accionar correcta o incorrectamente y será responsable de sus actos; por más que digan varios pensadores, que la libertad no existe o quieran quitarle al hombre la responsabilidad de actuar.

Para los consultores es muy importante ver al consultante como un ser humano, racional, inteligente, con libertad y voluntad; estas palabras son determinantes para los cambios positivos de la persona. Se dice en muchas ocasiones que el consultor es un agente de cambio, pero para serlo realmente, creo que debemos tener siempre presentes estas tres premisas:
1. A la persona no se le cambia con una acción directa.
2. La persona solo cambia por sí misma, si quiere.
3. La mejor manera de cambiar a una persona, es buscar estrategias que la hagan conocer otras opciones y así pueda decidirse a actuar.

Muchos consultores cometen el error de llevar guías o manuales de cómo deben ser mejores, cómo cambiar, y asesoran de manera directa sin darse cuenta que si la persona no está convencida no generará cambios. Nosotros como buenos consultores debemos entender muy bien que una cosa es la inteligencia que nos hace conocer opciones y otra muy diferente es decidir entre esas opciones y luego accionar, es decir, tener voluntad para decidir.
Para Enrique Rojas, la voluntad tiene tres elementos: tendencia, determinación y acción. Tendencia para anhelar lo que se quiere, determinación para decidirnos y acción para ejecutar lo decidido.

El consultor debe ser muy inteligente y empático, para saber en qué etapa se encuentra el consultante; probablemente desconozca las alternativas (inteligencia), o simplemente no se decide, o le falta más fortaleza en sus acciones (voluntad); el canalizar la situación de cada uno, será el inicio, pero sobre todo, debe entender que en cada persona, influyen diferentes situaciones y formas de ver las cosas y le afectan también de forma distinta.
El consultor debe ser un guía indirecto ante el cambio de las personas, buscará estrategias adecuadas para su trato. Dependiendo de la problemática o temática a tratar, buscará formas que ayuden a que ellos mismos con su propia inteligencia conozcan, con su propia libertad elijan y con su propia voluntad hagan las cosas requeridas para su perfeccionamiento. A medida que los consultores manejemos de manera adecuada los conceptos de libertad y voluntad en tantas personas y tan distintas seremos realmente “agentes de cambio”.
Adriana Gálvez
Consultora ACERCA
Consultora asociada BEI

1 comentario:

  1. Mi opinion es que este texto es muy sierto ya que todos tenemos libertad y voluntad y un consultor al querernos meter ideas a la cabeza atraves de un manual o libros es un poco impractico ya que no tomas nustro punto de vista... creo que cada consultor deve de tener su manera de trabajar y llegar a las personas, y un buen consultor creo que es el que toma en cuenta la opinion de las demas personas

    Taller de consultoria
    Carlos Neudert

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