Muchas cosas hemos aprendido de nuestros maestros y clases, pero en esta primera ocasión me gustaría platicar un poco sobre el valor del trabajo en equipo y la amistad que a través del ISEI he tenido oportunidad de vivir. En esta maestría conocí a los integrantes de mi equipo Marielos, Paty, Olga, Alex, Dany y César; con ellos he vivido lo que debe ser un grupo integrado en la amistad, en el deseo de servirnos, de ayudarnos y estar pensando cada uno por los intereses de todos.
En nuestras tareas aprendimos siempre juntos, nos motivamos y ayudamos cada quien en su área, con su especialidad; pero lo más bonito es haber logrado una amistad sincera. Cada tarea, cada examen y misión nueva que tenemos, la hemos compartido de manera solidaria. Marielos siempre responsable, dedicada, dicharachera; Paty traviesa, motivadora y solidaria; Olga perfeccionista y con afán de ayudar a los demás; Alex alegre, entusiasta, luchador, haciendo más fácil y práctico nuestro vivir diario; Dany con su corazón noble y servicial; César humano humorista, maduro, enseñándonos experiencias y ayudando a mejorar nuestras personas.
Cada uno tan diferente, único y especial; pero a la vez todos unidos con una intención noble de “servir”, creo que de cierta forma nuestra amistad estaba destinada, Dios nos mostró un camino que no pudimos rechazar, el valor del amar a un amigo y poder dar parte de nuestro ser. Nunca olvidaremos los maestros que nos enseñaron, las clases que tuvimos, lo que aprendimos y desaprendimos juntos, las alegrías, enojos, decepciones y un sinfín de emociones encontradas. Pero sobre todo, los momentos donde reflexionábamos y pensábamos cosas de la vida, “después de una buena clase, siempre había tiempo de una dotación de reflexión y relajación”, una dotación de convivencia, alegría y amistad sincera.
Gracias a mi Dios, a mis compañeros y grandes amigos que encontré y al ISEI que nos dio la oportunidad de conocernos.
Adriana Gálvez
(Ardyanita)
Estudiante de la Maestría en Consultoría interna y externa
En nuestras tareas aprendimos siempre juntos, nos motivamos y ayudamos cada quien en su área, con su especialidad; pero lo más bonito es haber logrado una amistad sincera. Cada tarea, cada examen y misión nueva que tenemos, la hemos compartido de manera solidaria. Marielos siempre responsable, dedicada, dicharachera; Paty traviesa, motivadora y solidaria; Olga perfeccionista y con afán de ayudar a los demás; Alex alegre, entusiasta, luchador, haciendo más fácil y práctico nuestro vivir diario; Dany con su corazón noble y servicial; César humano humorista, maduro, enseñándonos experiencias y ayudando a mejorar nuestras personas.
Cada uno tan diferente, único y especial; pero a la vez todos unidos con una intención noble de “servir”, creo que de cierta forma nuestra amistad estaba destinada, Dios nos mostró un camino que no pudimos rechazar, el valor del amar a un amigo y poder dar parte de nuestro ser. Nunca olvidaremos los maestros que nos enseñaron, las clases que tuvimos, lo que aprendimos y desaprendimos juntos, las alegrías, enojos, decepciones y un sinfín de emociones encontradas. Pero sobre todo, los momentos donde reflexionábamos y pensábamos cosas de la vida, “después de una buena clase, siempre había tiempo de una dotación de reflexión y relajación”, una dotación de convivencia, alegría y amistad sincera.
Gracias a mi Dios, a mis compañeros y grandes amigos que encontré y al ISEI que nos dio la oportunidad de conocernos.
Adriana Gálvez
(Ardyanita)
Estudiante de la Maestría en Consultoría interna y externa
